La locura del mercado de las GPU

¡Ey, sigo vivo!

Francamente, no esperaba que ocurriese, no tenía la más mínima idea de si iba a volver a aparecer por aquí porque, la verdad, me había quedado sin temas de los que hablar y encima los estudios me han tenido tan liado que no sacaba energías para pensar en nada más, pero recientemente he vivido una experiencia a la que sé que he llegado tarde, pero que creo que no está de más comentar.

Hablo, como dice el título, del mercado de las GPU, y el pequeño escarceo que he tenido con él.

Sin dar muchos detalles – porque tampoco es que sean necesarios – estos días he pensado en vender mi gráfica, foto ilustrativa aquí arriba presente, con la idea de comprar otra, sin importar si es menos potente mientras me permita jugar, y quedarme con el dinero sobrante. Me consta que las GPU están muy cotizadas hoy día, me consta que los precios son altos, lo que no esperaba es que las cosas estuvieran tan desmadradas.

En menos de una semana y sin hacer ningún esfuerzo particular por promocionar el anuncio, el precio de la subasta había alcanzado los 400 € y yo, todo inocentón, me puse a consultar precios pensando en, por ejemplo, una GTX 1060 – que es la gráfica con la que estrené mi actual equipo – 1650/60 o incluso una GTX 1050ti.

¡Santa inocencia!

Horas y horas de búsqueda en todos mis sitios de confianza, evitando lugares como eBay o Wallapop a cualquier precio (Ahí las cosas son todavía peores) ¿Los resultados? No muy halagadores que digamos

Y no me hagáis poneros imágenes de gráficas superiores a una 3060…

Que una 1050ti cueste lo que gasté en mi RTX 2060 modelo base tiene delito, que una 1660 o una RX 6600 cuesten el doble de eso es para tirarse de los pelos, el precio de las 3060 es directamente criminal.

Y sí, entiendo el por qué ocurre esto, entiendo la actual situación con el auge de la minería, la escasez de chips y la situación socioeconómica general.

Lo que no entiendo es por qué los comercios – y tengo la impresión de que también los propios fabricantes – tienen que unirse a ello. No entiendo por qué en lugar de lanzar GPUs específicamente diseñadas para minería que resulten atractivas para el público objetivo (las actuales es obvio no lo son) permiten que el precio de mercado suba una barbaridad para un producto que claramente no vale lo que actualmente cuesta.

El por qué en realidad está claro: Porque pueden. El dinero llama al dinero, los cryptobros gastarán todo lo que haga falta en GPUs adecuadas para minar porque está claro que lo tienen, y las compañías salen ganando ¡Claro que lo hacen! Ellos fabrican las GPU y se llevan su dinero por ello, el problema es que abandonan a público objetivo por el camino.

Esto ha dado lugar a un mercado en el que hasta tarjetas antiguas están subiendo de precio merced de ser buscadas específicamente para jugar. La R9 290 que ha perdido el soporte de AMD, supera los 90 ºC y suena como las turbinas de un avión con gripe anda rondando los 150/200 para quien la quiera comprar, justo igual que su equivalente, la GTX 970

Que, ojo, tal y como he comprobado por propia experiencia con una R9 290, con unos drivers modificados demuestran ser GPUs perfectamente competentes… hasta que alcanzan su límite de procesamiento un VRAM. Pero el uso de gráficas antiguas es un melón que prefiero abrir otro día, más que nada porque es a la vez irritante y fascinante.

Total, que mi RTX 2060 ha vuelto a mi PC, no necesito el dinero y sí, tendré 400 € menos, pero si algo está demostrando nvidia es que mi pequeñita tiene cuerda para rato.

La moraleja es: Si tenéis algo medianamente competente, no merece la pena actualizar ahora, mejor esperar a que la tormenta pase y la situación vuelva a ser sostenible, porque ahora…

Acerca de Osaka

Técnico de informática aficionado a los videojuegos y con bagaje relativamente amplio en el mundillo del blogueo freelance. Especialmente amante del homebrew y de mirar al exterior del jardín vallado. Fanático de los mandos.
Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario